Situaciones incómodas (1)

cena-idiotas
Le dîner de cons 
Estás en un acontecimiento social al que fuiste por sentirte obligado o porque te arrastraron a él. A tu alrededor todo el mundo habla de cosas que a ti te parecen estúpidas, banales, intrascendentes o simplemente que carecen del menor interés. En mi caso de fútbol, deportes en general (me la suda si Nadal sufrió la rotura del ligamento que une la junta de la trócola con la rótula, o si Alonso adelantó a Menganito en nosequé curva. Palabra, por mí como si todo eso desaparece mañana), modas, ropa, tendencias, el 99,99% de la política o chismorreos de sociedad (también me importa un bledo si la Duquesa de Barataria se casó con el Príncipe de Uzbekistán en el exilio). 

¿Qué haces en una situación así? La salida de este marasmo es difícil, por no decir imposible. Por mi experiencia hay muy pocas factibles:

  1. Irte de la jodida reunión. Puedes hacerlo, a costa de ser catalogado (aún más de lo que ya estás) como un asocial/antisocial irremediable. Es mucho más chungo si vas acompañado, casi imposible.
  2. Intentar cambiar de tema. El problema es que prácticamente nadie comparte tus aficiones e intereses y soltar de pronto algo como "¿habéis visto las nuevas imágenes de la nebulosa Cabeza de Caballo que ha tomado el telescopio Herschel?" será seguido de un silencio embarazoso, miradas de estupor y algún ¿cómo?, mientras sobre las cabezas de tus contertulios aparecen globitos como los de los cómics en los que pone "este tipo está cada día peor".
  3. Mi solución personal: La evasión interna. Años y años de ser un freaky rango terminal me han dotado de la capacidad para desdoblarme: puedo asentir con la cabeza educadamente, sonreír, soltar alguna interjección neutra que vale lo mismo para un gol de nosequién o el casamiento de Fulanita e incluso (esto lleva mucha práctica) mantener una expresión facial de interés... mientras en mi cabeza pienso en las cosas que realmente me interesan, recuerdo libros o incluso pergeño entradas para este blog, al que tengo medio abandonado. Requiere tiempo y esfuerzo, pero vale la pena, es la más efectiva.
En fin, ser un freaky asocial tiene sus ventajas y desventajas. Y para terminar, os cuento: tenía pensado ponerle a esta entrada el título "situaciones embarazosas", pero después pensé... ¿qué tiene de embarazoso un embarazo?. Bueno, os dejo que voy a tomar las pastillitas rojas, antes de empezar a darme la cabeza contra la pared y a pelear con un caballero Jedi imaginario. Los caminos de la Fuerza son inescrutables.