Depauperación de la clase trabajadora, destrucción de la enseñanza pública, destrucción de la sanidad pública, recortes brutales en salarios, uso de la violencia más salvaje para reprimir protestas pacíficas, trato de favor a la iglesia y sus satélites (escuelas, etc), crímenes de Estado como los provocados por los desahucios y las muertes producidas por los cortes en la Ley de Dependencia, pérdida de derechos, forma de gobierno despótica, desamparo de nuestros ancianos... ya basta.