No, no tengo un lapsus... esta laguna que pervive en mi memoria es la de Chascomús, en la provincia de Buenos Aires. Allí aprendí a llevar un bote de remos, y recuerdo perezosas siestas a bordo de uno de ellos, mecido por el agua; y largos atardeceres que daban paso a noches pródigas en estrellas. Y tormentas de las buenas, de las que me gustan, con rayos y truenos. Pejerrey frito, la primera acampada (la "tienda" no tenía suelo y nos invadieron las hormigas), otras más adelante, de adolescente, montar a caballo, y recuerdos que ahora son agridulces de cierto camping... hermoso sitio, pardiez.