El cine, como cualquier otra cosa en la vida, nos ofrece escenas sublimes, mediocres, intrascendentes u horribles.Pero tiene un poder evocador que pocos medios artísticos tienen. Así que hoy vamos a compartir algunas escenas cinematográficas que me encantan, las iré escribiendo tal y como se me ocurran... obviamente no serán todas (llenaría el blog), pero pondré unas cuantas. Algunas son enormes clásicos, que son ya iconos de la cultura popular, otras son quizá chorradas pero que a mí me gustan. Vamos allá.
- El bar de Rick en Casablanca. Los alemanes cantan una marcha de guerra, y el soso de Laszlo hace lo único destacable de su papel: se levanta, se dirige a la orquesta y comienza a sonar Le Marsellaise, que termina siendo cantada por todos, en un duelo musical. No pongo la mítica escena final (Louie, este es el comienzo de una hermosa amistad) por demasiado obvia.
- Conan corre por una estepa perseguido por lobos... sube a un túmulo y se salva por los pelos, cae en una cueva y resulta ser la tumba de un rey, en la cual obtiene una espada. Sale y echa una mirada a cámara inenarrable. Corte y en la escena siguiente sigue corriendo por la estepa, pero ahora... con una flamante capa de piel de lobo. El Chuache es muy capaz de haber curtido la piel a salivazos.
- En La lista de Schindler, se está vaciando el Ghetto de Cracovia. En medio de la barahúnda infernal de tiros y gritos, un SS sentado a un piano toca una bella melodía. Dos cansados compañeros suyos se paran en la puerta y uno pregunta ¿Bach? y el otro lo mira disgustado y le dice "no, Mozart", y la música sublime sigue sonando mientras prosiguen las carreras y los disparos.
- Rick Deckard está a punto de caer desde un edificio enorme, bajo la lluvia... su única mano de apoyo cede, y Roy, el replicante, lo coge de la muñeca y le dice “Es toda una experiencia vivir con miedo, ¿verdad? Eso es lo que significa ser esclavo.” Una frase perfecta, alguna vez hablaremos de ella y su relación con nuestras vidas.
- Una torre de control en medio de una emergencia. Todos corren, atareados, y Lloyd Bridges, con los pelos alborotados, comenta "mal día para dejar de esnifar pegamento". Sublime.
- Final de la magnífica Looking for Richard, de Al Pacino. Retazos de la película van desfilando mientras una voz en off recita un glorioso parlamento, que termina así: "y conforme este desfile insustancial se desvanezca no dejará ni una huella detrás. Estamos hechos de la misma sustancia de los sueños, y nuestra pequeña vida está cercada por un sueño". Te quedan los pelos como escarpias.
- Yoda está entrenando en las artes Jedi a Luke. Cuando llega el momento de utilizar la Fuerza para mover cosas, Luke duda, y le dice a Yoda "lo intentaré". Y la respuesta es memorable: No. Hazlo, o no lo hagas, pero no lo intentes.
- La sala de control de misión de la NASA es un caos. El Apollo 13 ha sufrido una explosión, y quizá no sobrevivan. Ed Harris (el enorme Ed) da una serie de órdenes y pronuncia una frase mítica (la tengo en mi camiseta del Apollo XIII): "El fracaso no es una opción".
- En las Minas de Moria, Gandalf habla con Frodo tras ver a Gollum. Frodo lamenta que Bilbo no hubiera matado a Gollum cuando pudo hacerlo, y Gandalf se lo reprocha: ¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte. Pues ni el más sabio puede discernir esos extremos." Obviamnete la frase original me gusta más, pero Peter no lo hizo mal tampoco.
- En su lecho de muerte, Mozart dicta la partitura del Réquiem a Salieri. Éste escribe, enfebrecido, y llega un momento que, abrumado, suelta la pluma y se coge la cabeza... la música que le están dictando es demasiado para él, no puede seguir el ritmo de lo que está oyendo... de verdad que signore Salieri tenía razón. Si dios existiera, su voz sería la música de Mozart.
- Saddam Hussein pelea contra el presidente de Estados Unidos (una vez más, el genial Lloyd Bridges). Se le acerca mucho y le suelta una de las amenazas más terroríficas de la historia del cine: "te mataré hasta que mueras"
- La Marine Colonial Vásquez hace flexiones en la nave Sulaco. Uno de sus compañeros le dice "¿eh, Vásquez, nunca te han confundido con un hombre?" y la respuesta de la única tía armada que me convence es brutal: "No. ¿Y a ti tampoco?".
- Y para terminar con algo épico.... el General Máximo Décimo Meridio se reúne con sus oficiales de caballería antes de un ataque contra una tribu germana, en un bosque... les espera la brutalidad y el horror de la batalla, y les dice: ¡Manteneos firmes! ¡No os separéis de mí! ¡Si os veis cabalgando solos por verdes prados, el rostro bañado por el sol, que no os cause temor! ¡Estaréis en el Elíseo y ya habréis muerto! ¡Hermanos! ¡Lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad!. ¡No es cierto, vamos, pero suena estupendo!