¿Pero esto qué es? se preguntará alguno al leer el título del post. Pues Samhain shona duit significa "Feliz Samhain para ti" en gaélico irlandés, y Happy Halloween creo que no necesita traducción. Hoy es esa noche mágica en la que para los antiguos pueblos celtas terminaba una de las dos estaciones (el verano) y comenzaba un nuevo ciclo, por lo que a veces se habla del año nuevo celta, cosa no muy exacta. Era simplemente la noche de paso de una estación a otra, la que marcaba el fin de la cosecha y el inicio de las largas noches invernales, y esa noche se llamaba Samhain.
Curiosamente, mucho de todo esto se ha olvidado. En estos tiempos absurdos, para mucha gente ser anti-norteamericano es una especie de religión. Visten ropa estilo yanki, escuchan música norteamericana, comen trash-food de los USA, utilizan para leer estas líneas un ordenador salido de Silicon Valley, mediante un sistema operativo norteamericano 100%, ven cine de Hollywood... pero odian a los Estados Unidos. El caso es que también suelen manifestarse en contra de esta fiesta (conozco gente que tiene verdadera aversión a Halloween), demostrando una vez más que la xenofobia suele provenir de la ignorancia más supina: el origen de esto no está precisamente en los Estados Unidos, sino aquí mismo, en la vieja Europa.
Para los pueblos celtas, el nuevo día comenzaba con la puesta del sol. Así pues, al anochecer del 31 de octubre, se dejaba comida y dulces fuera de las casas, encendiendo velas para ayudar a las almas errantes a encontrar en camino al Tir Nan Óg, la Tierra del Verano (o de la eterna juventud). Esa noche desaparecía la barrera entre los vivos y los muertos, y los antepasados podían aconsejar a sus descendientes sobre el futuro, mientras se encendían grandes hogueras para alejar a los espíritus malévolos. La llegada del cristianismo no logró erradicar esta fiesta, que simplemente cambió su nombre por "Vigilia de todos los santos", en inglés All Hallow´s Eve, que luego se contrajo simplemente a Hallowe'en.
Al parecer, los druidas recorrían las casas pidiendo comida o dulces como ofrenda para los difuntos, llevando consigo una calabaza o nabo hueco con brasas encendidas dentro, simbolizando el calor del verano que se había ido y que debía retornar... ése es el remoto origen de los niños que recorren las casas pidiendo dulces (¿no parece muy yankee, no es cierto?). En el siglo XIX, el aluvión de irlandeses que emigraron a Norteamérica se llevó consigo sus tradiciones, desde el whiskey (que no whisky, y menos aún "güiski") hasta la música (el country americano no es otra cosa que música irlandesa levemente modificada), y en todo ese acervo cultural milenario iba, cómo no, la noche de Halloween. Cierto es que a esas alturas de la historia, la fiesta no tenía nada de sacro, la calabaza, bautizada por los irlandeses como Jack O'Lantern pasó a ser simplemente decorativa, y con los años se convirtió meramente en una ocasión de diversión y regocijo.
Así pues, la vieja fiesta ha cerrado el círculo: de los celtas europeos ha cruzado el océano hasta América, para volver a la tierra de sus orígenes. Dejaré que otros rumien sus odios y rencores, que bastante infelices los hace ya, y esta noche encenderé mi vela para marcar el camino a la Tierra del Verano. Me importa un pimiento que sea una fiesta celta y yo no tenga ni pizca de sangre celta (otras veinte sí, pero celta no), o que su versión actual sea norteamericana. Me da igual. Este Peregrino es Ciudadano del Mundo y descree de gobiernos, fronteras y naciones. Así pues, lectores, para aquellos que festejen, aunque sea en su corazón, esta noche de cambio de ciclo... ¡Feliz Samhain, feliz Halloween!.
Y como regalo... la canción de Halloween de la increíble película de Tim Burton "Pesadilla antes de Navidad", interpretada por Marilyn Manson.
Y como regalo... la canción de Halloween de la increíble película de Tim Burton "Pesadilla antes de Navidad", interpretada por Marilyn Manson.