Villanos de cine (malos malísimos)

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Hannibal Lecter, M.D.
La tan mentada "magia del cine" a veces hace que en una película el villano sea tan atractivo que tomamos partido por él... en cambio en otras pagaríamos por matarlo con nuestras propias manos. Para alguien como el Peregrino Gris, que ha conservado intacta la capacidad infantil de meterse dentro de una historia (sea libro, film o videojuego) esto puede ser entre divertido y estresante. Así que os obsequio con diez malos malísimos de la historia del cine, los primeros que se me ocurrieron (aunque conté con ayuda). Ya sé que hay más, y que si me lo currara más les podría poner cuatrocientos, pero este blog sale así: aquí te pillo, aquí te escribo. Ahí van:

  • Darth Vader: Qué decir del Lord Sith más famoso del Universo conocido. Desde su primera y majestuosa aparición en el pasillo de una nave estelar fútilmente defendido por los bastardos de la Alianza Rebelde (sí, soy imperial, qué pasa) hasta su final en una pira, pasando por momentos inolvidables, como estrangular mediante la Fuerza a un burócrata molesto mientras simplemente afirma con voz calma "su falta de fe me resulta perturbadora", todo él es un villano de pies a cabeza.
  • Hannibal Lecter: Mi psiquiatra favorito. Construído a modo de Frankenstein con retazos de psicópatas criminales reales (Ed Gein, Jeffrey Dahmer y otros), es el depredador perfecto. Culto, sutil, inteligente, elegante hasta la exasperación, salvajemente violento, eficaz y frío pero capaz de enamorarse perdidamente de una paleta del FBI, es uno de mis malos malísimos favoritos. Thomas Harris, su creador, tiene el mérito de haber logrado que los otros malos que aparecen en sus libros son tan repugnantes que uno toma partido por Hannibal inmediatamente. Su frase de despedida en El silencio de los corderos es simplemente perfecta: mientras espera a su némesis, el Dr. Chilton, le suelta a Clarice: I do wish we could chat longer, but... I'm having an old friend for dinner. Bye. Sublime.
  • Coronel Bill Kilgore: ¿Quién no recuerda al coronel chiflado y cabrón que en Apocalypse Now pone la Cabalgata de las Walkyrias como música de fondo para arrasar una posición del Vietcong? Un bestia de pies a cabeza, capaz de tomar un sitio no por su valor militar sino para hacer surf, de amagar con darle agua a un herido y luego pasar de él o de disfrutar viendo cómo los charlies se fríen bajo el napalm. Y esa sustancia es precisamente la que lo ha hecho inmortal, con una frase brutal: "Hueles eso? ¿Lo hueles muchacho? Es napalm. Nada en el mundo huele así. ¡Qué delicia oler napalm por la mañana!
  • The Joker: No soy de superhéroes (es más, los detesto), pero reconozco que el Joker interpretado por Jack Nicholson en el Batman de Tim Burton me encantó. Su delirante y excesiva interpretación le vino como anillo al dedo al absurdo personaje (tan absurdo como un tipo que se disfraza de murciélago, todo hay que decirlo). ¡Su frase "Has bailado alguna vez con el diablo bajo la luz de la Luna?" es encantadora!
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Lord Darth Vader
  • Vito Corleone: Más de un/a cinéfilo se me echará al cuello por incluir a Don Vito en esta relación. Bueno, yo amo al Padrino, pero no dejo de reconocer que es un mafioso que ordena muertes y salvajadas sin que se le mueva un músculo de la cara. Estrictamente hablando, es uno de los malos... el problema es que, como en el caso de Lecter, viendo quienes son los otros, no te queda más que tomar partido por el. Su frase inmortal es tan conocida que bien vale leerla en italiano: Lui farà un'offerta che non può rifiutare.
  • Sargento de Artillería Hartman: terrorífico instructor de Marines en Full Metal Jacket. El actor, Ronald Lee Ermey, no tuvo que interpretar: él mismo fue exactamente eso, instructor de Marines. Sus excesos -verbales y físicos- te generan tal rabia, que cuando finalmente se lo cargan te dan ganas de vitorear. No obstante, para un chiflado de las armas como yo, verlo en su serie de TV es una pasada... está como una cabra. Mi frase favorita: En Texas solo hay vacas y maricones, recluta Cowboy, y tú no te pareces mucho a una vaca.Así que ya sabemos lo que eres.Te gusta mamar pollas?.
  • Cruella de Vil: Mala malísima por antonomasia. ¿qué persona en sus cabales querría un abrigo de pieles de perritos dálmatas?. La peli es genial (para ser de la factoría Disney, de la que no soy devoto), auqnue sus posteriores versiones con actores me parecieron deplorables. La despreciable Cruella, envuelta en una humareda de tabaco y haciendo sus siniestros planes es una figura destacada en las malas femeninas. Sinceramente, no recuerdo ninguna frase suya, y no tengo ganas de mirar en Google.
  • Sauron: Oh... Sauron, el temible Señor de los Anillos... qué decir de tí, Oscura Majestad. He seguido tu ascenso desde que eras un simple siervo de Morgoth Bauglir, el Primer Señor Oscuro, hasta el ascenso y caída de Barad Dûr. Maestro del engaño (vale que los Hombres tenían unas ganas de dejarse engañar que ni te cuento), la encarnación viva de la Voluntad de Poder: Sauron no busca riquezas, no las necesita. Quiere Poder, dominio. El el Mal puro, sin ninguna concesión a la duda y al remordimiento. Sólo conoce una debilidad, el miedo, y ese miedo es quien en última instancia provoca su caída. Hay muchas frases en el libro que podría citar acerca del Ojo, pero me gusta especialmente la inscripción del Anillo Único en la Lengua NegraAsh Nazg durbatulûk, ash Nazg gimbatul, ash Nazg thrakatulûk, agh burzum-ishi krimpatul, uzg-Mordor-ishi amal fauthut burgûli.
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¡Sí, te lo digo a tí, saca tu culo de mi Cuerpo de Marines!
  • Lucio Aurelio Cómodo Antonino: Sí, vale. Gladiator es una barrabasada histórica sin pies ni cabeza, pero... ¿quién no ha disfrutado del combate en la arena entre el gran Máximo y el emperador Cómodo? Es tan asqueroso... intrigante, incestuoso, rastrero, traidor, cobarde... es uno de los malos de la categoría dos que mencionaba al principio: de los que te gustaría liquidarlos con tus manos. Cuesta encontrar algo suyo que no sea un asquito, pero se muestra humano cuando habla con su padre, lamentándose de no ser amado por Marco Aurelio: ¿Qué hay en mí que tanto odias?. Lo único que siempre quise fue estar a tu altura. César, padre...
  • Edward I Longshanks: Para terminar, este vil maestro de traiciones, que diría Gandalf. El viejo y nauseabundo adversario de William Wallace (interpretado por otro tipo que en la vida real es un asqueroso). Odioso, maquiavélico en el peor sentido de la palabra, salvaje... vamos, un malo, pero malísimo, malísimo, no hay en él ni un resquicio de humanidad. La frase que más me gusta es una que es una verdad como la copa de un pino: El problema con Escocia... es que está llena de escoceses. Y bastante trabajo te dieron, viejo cabrón.
En fin, que por haber los hay a cientos, y mientras escribía esto se me ocurrían otros tantos, y cada cual tendrá los suyos. Para gustos colores, y ahora que termino esta nota me quedaré cavilando... ¿qué tiene el mal para atraernos? ¿qué nos parece atractivo de tipos a los que les partiríamos la cara si pudiéramos?. Pero en fin, que esto no es un blog de filosofía. Y no me toquen las narices que les haré una oferta que no podrán rehusar...