Epístola de San Portunio, capítulo III, 2ª temporada.
“...y llegando San Portunio a la región de los gárgotas, que sería como yendo para Hildunia, pero más al norte, se encontró con estas belicosas gentes, que le improperiaron así: ¡oh, tú, extranjero que hollas las tierras del Señor Kadrun, detente y dinos tus propósitos o prepárate a morir como tu antecesor Gatulo!. Ante lo cual San Portunio detúvose y hablóles así: ¡oh gárgotas, duros de corazón como el pan de maíz de Josué! Sé que habéis matado a Gatulo, y que lo mismo haréis conmigo, pero no me arredran vuestros artilugios, porque mi Dios, en su infinita misericordia, os enviará setenta plagas de langostas con chucrut, los arenques saldrán del mar y devorarán a vuestros marineros, los niños se alzarán contra sus padres, pero como son más pequeños éstos les pegarán con la hebilla del cinturón, creándoles un trauma que se manifestará más adelante como una neurosis de conversión de fatal pronóstico y difícil tratamiento*; los perros devorarán vuestras salchichas y tendréis que hacer los sandwiches raros esos que hacéis con chorizo y otras porquerías hechas de cerdo, que es animal abominable ante los ojos del señor porque se revuelca en la porquería igual que vosotros, malnacidos, que me habéis matado a Gatulo, y el pobre no tenía ni media ho...”**
*: Es de hacer notar que en aquella época, la hora de tratamiento psicoanalítico se cobraba a unos 10 dracmas (o 25 chelines).
**: El manuscrito termina abruptamente, pero por una miniatura de San Paritorio Mártir sabemos que llegado a ese punto de su imprecación, a San Portunio lo atravesaron con una lanza. Esa es la famosa lanza portuniana, que es como la Lanza de Longinos, pero un poco más corta. Se cuenta que Himmler y Franco enviaron una expedición al Golvario para buscarla, pero no la encontraron. Volvieron con una cuchara de plata que robaron del comedor de Harún Pachá, y Hitler y Franco se pelearon por la cuchara. Ese fué el verdadero sentido del famoso encuentro de Hendaya. Al final la cuchara se la quedó Hitler y así le fué, que Harún estaba aliviado por la desaparición de la dichosa cuchara, que segun se decía era gafe, pero de esto la expedición hispanoalemana no se enteró porque sólo hablaban castellano y alemán y no se entendían entre ellos, así que menos aún iban a entender a los árabes.